Las aguas del río Pastaza se cubrieron de negro una vez más. No es un hecho aislado, sino parte de una larga historia de explotación petrolera en la selva peruana. El pasado 3 de octubre se registró un derrame de petróleo a la altura del kilómetro 11 del Ramal Norte del Oleoducto Norperuano en Andoas, Loreto.
Hace más de cuatro décadas que se ejecutan extracciones petroleras en el Lote 192, uno de los activos más valiosos de Perú debido a su alta producción de crudo. Sin embargo, las empresas petroleras que han operado en la zona han estado envueltas en controversias relacionadas con la contaminación, la falta de remediación de los derrames y las demandas por compensación de las comunidades indígenas afectadas.
Este derrame afecta directamente a las comunidades indígenas de la etnia Achuar y Kichwa , quiénes dependen del río Pastaza, su principal fuente de sustento. “Ese derrame ha contaminado nuestros pescados, nuestro río, nuestras chacras que sembramos plátano, yuca, no se puede comer ni tomar agua. Todo eso sembramos para que coman nuestros niños. Somos indígenas y nuestros antepasados han vivido tranquilos tomando agua de río y ahora nosotros no podemos, eso está contaminado no se puede tomar. Nosotros hemos visto puro negro en el río, es el petróleo. Hay muchas personas enfermas con dolor de cabeza, dolor de estómago, diarrea. Ellos no se pueden curar porque no tenemos medicinas …”; manifiesta Carlota Dahua, comunera de Sabaloyacu.
Lote 192 en Andoas, Loreto
Las comunidades indígenas perjudicadas por la contaminación fueron: Nuevo Porvenir, Nuevo Andoas, Los Jardines, Alianza Tropical, Titiyacu, Brillantes, Alianza Topal, Alianza Capahuari, Andoas Viejo, Kapahuari Urku, Pañayacu, Bellavista, Huagramona, Naranjal, Siwin, Sabaloyacu, Soplin Loboyacu, Sungachi, Nuevo Esperanza y San Fernando; pertenecientes a las etnias Achuar y Kichwa.
Ante esta problemática, los comuneros y comuneras documentaron el derrame del petróleo mediante fotografías y videos en el lugar del incidente. Acto seguido, exigieron la intervención inmediata de los organismos correspondientes. Además, realizaron la denuncia solicitando con urgencia ayuda humanitaria con agua potable, alimentación, atención en salud y profesionales para el muestreo de agua y para realizar muestras de laboratorio para el barrido de metales en sangre.
Petróleo en la Comunidad Naranjal. Evidencia tomada por el monitor ambiental Mario Ramírez
Más de 10,000 personas pertenecientes a las comunidades del margen del río Pastaza se ven afectadas por el vertido del crudo. No solo se perjudican por la contaminación del agua y del suelo sino también por la disrupción de sus prácticas culturales. La naturaleza y los elementos de su entorno son parte de su identidad.
“Hace 40 años que las empresas petroleras vienen contaminando nuestros ríos, nuestras quebradas y nuestro ambiente. Muchos señores, niños y niñas han fallecido por esa contaminación. El Estado peruano no se preocupa por esta contaminación, no envían a las autoridades. Nuestros niños ya no aprenden, es diferente como antes, ellos no se alimentan bien, no hay proyectos ni vienen a capacitarnos sobre alimentos naturales. Estamos sufriendo todos. Nuestros animales se están acabando, no podemos cazar, nuestras chacras no producen. Este mensaje doy en nombre de la comunidad de Sabaloyacu”. Manifestó el Sr. Sanchez Tapullima, profesor en Saboloyacu.
Frente a esta emergencia, Acción contra el Hambre con el apoyo financiero de la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) activó una respuesta inmediata con el fin de aliviar las condiciones de vulnerabilidad de las familias afectadas. De acuerdo con la evaluación realizada, identificaron 20 comunidades impactadas por el derrame. Sin embargo, tras un análisis y visitas de campo, se priorizó a 6 comunidades que enfrentan los mayores niveles de afectación. Estas comunidades han sido seleccionadas en base a la información proporcionada por CORPI (Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo) y las evaluaciones de terreno realizadas por el equipo de Acción contra el Hambre.
Equipo de Acción contra el Hambre registrando datos de la comunera achuar para recibir la ayuda humanitaria
El equipo se trasladó hacia las comunidades de Andoas en un viaje aproximadamente de 25 horas entre vía terrestre y fluvial. Se logró brindar ayuda humanitaria bajo la modalidad de entrega en efectivo a 327 familias afectadas para cubrir las necesidades básicas de alimentación, así como adquirir recipientes adecuados para el transporte y almacenamiento de agua limpia. Además, junto a la Red de Salud de San Lorenzo capacitaron sobre la importancia del consumo de agua segura, cuidado de la salud y debatieron inquietudes de los comuneros sobre esta crisis humanitaria.
La intervención de organizaciones como Acción contra el Hambre es fundamental, pero la respuesta debe ser más amplia y sostenida. La comunidad necesita apoyo continuo, no solo en la emergencia inmediata, sino también en procesos de rehabilitación y capacitación a largo plazo. Este llamado es urgente: las comunidades indígenas de la Amazonía requieren el respaldo de todos para restaurar sus condiciones de vida y garantizar su derecho a un entorno saludable y una vida digna.
Comunera de Huagramona afectada por el derrame de petróleo
Sobre Acción contra el Hambre
Es una organización humanitaria internacional que lucha contra las causas y los efectos del hambre. Salva la vida de niños y niñas desnutridos. Garantiza acceso seguro al agua, alimentos, formación y cuidados básicos de salud. Hace posible que niños, mujeres y hombres se liberen de la amenaza del hambre.
