Nos encontramos en una crisis alimentaria en la que la guerra en Ucrania, el cambio climático y los efectos de la pandemia de la COVID-19 han repercutido en el alza de precios de alimentos, lo que ha obligado a la ciudadanía peruana a cambiar sus hábitos de consumo y alimentación. Según nuestro último informe “Situación de la seguridad alimentaria en tiempos de crisis”, la inseguridad alimentaria alcanzó el 79.4% en julio en Lima Metropolitana.
La inseguridad alimentaria aparece cuando se carece de acceso regular y suficiente a alimentos nutritivos y saludables. Según nuestro informe, el 93% de las personas encuestadas se siente preocupada por no tener suficientes alimentos debido a la falta de dinero u otros recursos.
Hay que destacar que los niveles de hambre entre las familias se han incrementado un 1,7 en comparación al 2020. En 1 de cada 3 familias al menos un integrante dejó de comer un día en el último mes, y en 1 de cada 2 familias alguno sintió hambre, pero no comió por falta de dinero.
Alimentación
Según el informe publicado, las familias peruanas han reducido sus porciones de alimento durante cuatro días a la semana y los adultos tuvieron que reducir sus raciones de comida para alimentar a los más pequeños de la casa.
El consumo de las familias varió debido al curso de la pandemia por el COVID-19. Las familias han tenido que reducir su consumo en cereales, verduras y frutas, carnes, pollos, huevos, lácteos, aceites y grasas. Los productos con menor acceso económico fueron los productos cárnicos.
El informe señala que el 82% de los encuestados en Lima Metropolitana no ha podido comer de forma saludable y nutritiva por falta de dinero, debido entre otros motivos, al incremento del costo de los alimentos que aumentó hasta representar el 66% de los ingresos económicos familiares.
Para América Arias, Directora País, es urgente dar respuesta a la situación de inseguridad alimentaria de la población en contexto urbano y periurbano y reducir los riesgos de la disponibilidad de alimentos en los mercados, por lo que se necesita la participación y la cooperación del Estado y del sector privado.
¿Cuál es la situación en América Latina?
El hambre que aumenta de forma constante desde 2015 constituye un gran desafío para América Latina. El número de personas que necesitan asistencia humanitaria se ha triplicado, siendo más necesaria que nunca una respuesta por parte de la cooperación internacional.
En América Latina el hambre afecta a 56,5 millones de personas, según datos del último informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” publicado por Naciones Unidas.
Acción contra el Hambre acaba de publicar el informe “Crisis Alimentaria 2022 en América Latina” que alerta sobre la situación de países como Perú, Guatemala, Nicaragua, Honduras o Colombia, y el impacto que esta crisis alimentaria tendrá sobre su población.