La salud mental en tiempos de COVID-19 - Acción contra el Hambre Perú
La salud mental en tiempos de COVID-19

La salud mental en tiempos de COVID-19

Entrevista realizada a Dessireé de la Tempestad Rodríguez Sandrea, psicóloga de Acción contra el Hambre.

¿Cómo se ve afectada la salud mental con el aislamiento social?

Contar con tiempo de ocio siempre es bueno, un tiempo para nosotros/as que nos permita realizar eso que la rutina diaria no permitía: una tarea del hogar pendiente por hacer, un momento para reflexionar, estar en familia, etc. son aspectos positivos del aislamiento social y que definitivamente impactarán de forma favorable en nuestra salud mental. Sin embargo, está la otra cara de la moneda, cuando quedarnos en casa, en aislamiento y con escenarios inciertos, hacen que empecemos a experimentar ciertos malestares y sensaciones de irritación, aburrimiento, ira, ansiedad, incertidumbre, tristeza, depresión o soledad. Hay personas que pueden sentir el malestar en el cuerpo, como palpitaciones, dolores de cabeza o la falta de aire por la sensación de encierro. Sabemos que la depresión, por ejemplo, aumenta las posibilidades de una condición cardiaca o debilita nuestro sistema inmunológico, aspectos tan importantes durante esta emergencia sanitaria. 

¿En qué consiste el apoyo psicosocial?

La experiencia de Acción contra el Hambre en situaciones de emergencia o crisis humanitarias nos ha demostrado que la asistencia psicosocial especializada se convierte en un elemento central en los planes de respuesta y atención directa de las personas más afectadas. En estos casos, los equipos multidisciplinarios de la salud mental, trabajamos en base a las necesidades de cada persona, a través de una escucha activa y personalizada, brindándoles herramientas y técnicas para que ellas mismas puedan adquirir o recuperar sus capacidades y logren así una mayor estabilidad y desarrollo en su vida y la de sus familias. 

¿Por qué es importante el apoyo psicosocial en situaciones de emergencia?

Cuando se produce una situación de emergencia, como es el caso del COVID-19, las personas se ven afectadas de diversas maneras como adquirir la enfermedad, pasar a una inestabilidad económica, entre otras, lo que lleva a situaciones de incertidumbre, miedo, angustia o estrés. Frente a ello, nuestros equipos de apoyo psicosocial buscan estabilizar las reacciones de las personas afectadas, fortaleciendo sus capacidades para la resiliencia, previniendo la aparición de trastornos psicopatológicos o, en su defecto, para detectar aquellos casos que sean necesarios derivar a la red de salud mental o servicios sociales pertinentes. 

¿Quiénes necesitan más apoyo psicosocial?

Es importante tener en cuenta que todas las personas pueden experimentar en algún momento de sus vidas situaciones de crisis emocional sin importar variables como la edad, género o condición socioeconómica. Sin embargo, existen algunos grupos poblacionales que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad, lo que les expone a vivir condiciones de mayor riesgo. Así, los niños y niñas, personas adultas mayores con o sin discapacidad, personas con enfermedades o patologías crónicas, mujeres embarazadas o lactantes, personas que han sufrido violencia, abusos sexuales o violación son los perfiles priorizados en nuestros planes de acompañamiento y respuesta humanitaria. Sin embargo, no debemos generalizar ni brindar consejos universales, es importante realizar una atención personalizada, ya que cada persona afronta riesgos diferentes y se ven afectadas de formas diversas.

¿Qué son los “primeros auxilios psicológicos” y para qué sirven?

Los primeros auxilios psicológicos son una forma de intervención psicológica que se emplea durante un momento de crisis, es decir, cuando una persona experimenta y manifiesta una situación de crisis. Para Acción conta el Hambre constituyen una herramienta que nos permite responder de una manera discreta pero eficaz a las personas afectadas que necesitan una ayuda urgente, siendo siempre empáticos, comprensivos y útiles.

¿Qué prácticas saludables se deben realizar durante el aislamiento para cuidar la salud mental?

Durante el periodo de aislamiento es importante que realicemos actividades que nos ayuden a tener una vida sana y saludable:

  • Alimentarse de manera nutritiva y saludable.
  • En la medida de lo posible, mantener una rutina con horarios para las comidas, por ejemplo.
  • Estructurar el tiempo para mantenerse ocupado y tener un propósito en el día.
  • Realizar actividades placenteras en cualquier área de interés (escuchar música, leer, deporte).
  • Hacer ejercicio físico suave, relajante.
  • Descansar lo suficiente. Realizar pausas en caso de teletrabajo.
  • Buscar compañía agradable y conversar.
  • Compartir sentimientos y pensamientos con otras personas cercanas.
  • Escuchar y ayudar a compañeros/as y familiares.
  • Permitirse sentir las propias emociones.
  • Aceptar los pensamientos invasivos, no reaccionar a ellos.
  • Evitar las conductas nocivas como fumar o consumir alcohol, otras drogas o psicotrópicos.

Niños, niñas y adolescentes: Es normal que el cambio de rutina y el periodo continuo de aislamiento altere el comportamiento de los y las menores: sientan mayor ansiedad, irritabilidad, tristeza, preocupaciones o experimenten cambios repentinos de humor. Es importante brindar confianza, seguridad y apoyo a través de rutinas familiares que permitan expresar de manera positiva estos nuevos sentimientos. De ser posible mantener el contacto telefónico o vía redes con otros niños y niñas con los que se venían relacionando antes del aislamiento. 
 
Adultos mayores: Son una población vulnerable tanto a nivel biológico como socio emocional. Es importante promover el vínculo afectivo continuo, trasmitirles calma, identificar sus necesidades y las respuestas emocionales. Cuidar y ayudarles con el inventario de sus medicamentos. De ser posible, animarlos a que practiquen alguna actividad física y lúdica sencilla, para mantener la movilidad y evitar el aburrimiento. 
 
Mujeres: Con el aislamiento se produce una sobrecarga de trabajo doméstico y de los cuidados, aumenta el riesgo de sufrir violencia y ello implica el postergar su autocuidado. Se debe buscar el manejo de las emociones, socializar y apoyarse con personas de confianza y no olvidar el autocuidado. Si las situaciones le sobrepasan y se generan momentos críticos, busque el apoyo de profesionales de la salud llamando a números de emergencia. 
 
Personas solas: Crear una perspectiva de calma evita pensamientos negativos, realizar actividades placenteras y mantenerse en contacto con sus redes de vínculos le protege a usted mismo/a y, al mismo tiempo, contribuye a brindar apoyo a otras personas. Retome los vínculos y refuerce alguna relación personal que le genere bienestar. Busque tiempo virtual para compartir en familia y con personas de confianza.

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