Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el índice de pobreza monetaria en Perú se redujo al 25,9% en el 2021; luego que en el 2020 alcanzara al 30,1% de la población. La situación económica sigue afectando a la economía de miles de peruanos, pero también está causando un mayor impacto en la población migrante venezolana.
Acción contra el Hambre ha realizado un estudio en una población de 14,013 familias venezolanas que viven en Lima Metropolitana y Callao y reportó que el 78,3% de ellas tiene un trabajo informal, mientras que solo el 20% tiene trabajo en una empresa privada.
El reporte también expone que en la población adulta el 65,2% de las personas entrevistadas no tiene acceso a ningún seguro de salud.
“La población venezolana, por su nivel de instrucción, puede contribuir de manera importante a la productividad del país; sin embargo, la falta de documentación que acredite su ingreso regular al país, el limitado número de profesionales que ha logrado el reconocimiento de sus títulos académicos, la débil legislación sobre la contratación de trabajadores extranjeros, la xenofobia y la reducción de la oferta laboral, son factores que dificultan su acceso al mercado laboral peruano”, dijo Alejandro Vargas, Coordinador Técnico y Calidad de Acción contra el Hambre en Perú.
¿Cuánto gana esta población en Lima Metropolitana?
Con respecto al ingreso económico familiar en los hogares de personas venezolanas, en promedio alcanzan S/. 1,067.3 soles, 4,3% menos que en el año 2019 y un aumento del 9,2% respecto al 2021. De este monto, el 44,1% lo destinan a la compra mensual de alimentos, alrededor de S/. 470,9 soles.
Impacto en la alimentación
El informe de Acción contra el Hambre también resalta que el 70,5% de las familias venezolanas se encuentra en situación de inseguridad alimentaria moderada-severa, como consecuencia de los bajos ingresos económicos, el deficiente acceso a programas sociales y la limitada ayuda humanitaria en alimentación, así como la falta de oportunidades laborales que dificultan poder llevar una correcta alimentación. Lamentablemente, un 22,9% de los adultos dejó de comer todo un día por falta de dinero, en el último mes.
Frente a este escenario, las familias venezolanas han recurrido a estrategias para sobrevivir ante la falta de alimentos, entre ellas: consumir alimentos más baratos, reducir porciones de comida, disminuir el número de comidas en el día y disminuir el consumo de alimentos de personas adultas para alimentar a niños y niñas.
¿Cuáles son sus demandas?
Entre las principales necesidades que esta población demanda, resalta la capacitación en empleo y emprendimiento, el apoyo para acceder a bolsas de trabajo, a créditos económicos con bajos intereses y a capital de trabajo, así como contar con una guardería de cuidado infantil.